LAS MULTAS DE TRÁFICO : UN NUEVO Y SUCULENTO IMPUESTO NACIONAL.
Que la economía en España, y bien es cierto que en buena parte del mundo, ha entrado de lleno en una auténtica, y muy desasosegante, caída en picado ( en barrena más bien ), comienza a ser una realidad tristemente conocida por todos.
Que el actual Gobierno, y me temo que ningún otro lo será, se ve incapaz de frenar el descomunal batacazo del que, completamente impotentes, seremos testigos muy pronto, también es un hecho incuestionable.
El déficit público se está disparando hasta límites insostenibles. Los ingresos no cubren los gastos a los que está haciendo frente la Nación, ni de lejos. Mucho me temo que nuestro nietos, aún seguirán pagando las deudas que ahora estamos contrayendo.
En un intento, espero que bien intencionado al menos, por ayudar a los más necesitados, se están aprobando medidas protectoras ( la última es la de la ayuda a los parados que han dejado de percibir el subsidio ) que, además de no conducir a nada bueno ( 400 Euros no bastan para que una familia haga frente a sus gastos, y obligará a esa gente, si no encuentra trabajo, a realizar labores “ bajo cuerda “ que lo complementen ), elevará la deuda pública en muchos millones de Euros más.
Por no hablar de la hecatombe que, en el ámbito laboral, se producirá en cuanto pase el mes de Septiembre, y los autónomos y Empresas que se verán obligados a cerrar sus negocios. Y éstos sin derecho a paro ni a indemnización alguna. Cerrarán y se irán a casa con lo puesto.
Ante esta situación, sólo cabe aumentar las fuentes de ingresos del Estado, es decir, los Impuestos. Muchos empezarán a incrementarse muy, pero que muy pronto.
Y la otra manera de recaudar ese dinero que tanta falta hace, son, por supuesto, las multas y demás sanciones, en concreto las que hacen referencia a infracciones de tráfico.
Resulta que, por ejemplo, han eliminado el margen que antes se permitía a la hora de sancionar una multa por exceso de velocidad. Ya nos avisaron. A partir de ahora, si algún conductor rebasa, aunque sólo sea en un kilómetro a la hora, el límite de velocidad estipulado según el tipo de carretera en la que estemos circulando, nos impondrán una sustancioso correctivo ( una multa de órdago, vamos, jajaja ).
Y lo están cumpliendo a rajatabla.
Muchos de mis clientes han empezado a recibirlas ya. Algunos hasta me han enseñado un par de ellas, por infracciones cometidas en la misma semana. Y por velocidades que sobrepasan en tan solo 4 o 5 kilómetros/hora la permitida en cada caso.
El exceso de velocidad, junto con el alcohol, es la causa que más mortalidad genera en nuestras carreteras. Es lógico pues que se castigue. Y muy duramente.
Pero circular a 83 Km/h en una vía en la que hay que ir a 80, y que te endiñen una multa, ..., ¡¡¡ es una auténtica majadería !!!. Y de las gordas. Pero no podemos hacer nada al respecto. No cabe recurso alguno.
En Tráfico se han debido dar cuenta de que este tipo de multa, salvo casos muy concretos, y dado que los importes a pagar en estos casos, en los que el exceso de velocidad es mínimo, son modestos si los comparamos con otras infracciones, se abona sin problema por parte de los conductores. Y ha visto que supone un estupendo sistema para recaudar dinerito fresco.
Pues nada, habrá que hacerse a la idea de pagar unas cuantas multas al mes. Ya me diréis cómo vamos a diferenciar si vamos a 50 o a 53 Kilómetros a la hora. O todavía más difícil, e incluso peligroso, si circulamos a 120 o a 125 Kilómetros/Hora. Y estoy hablando de un peligro muy real. Me explico.
No quedará más remedio, si no queremos ir a la ruina, que dejar de mirar la carretera o por los retrovisores y fijar nuestra mirada en el panel del velocímetro, de forma que consigamos no rebasar nunca la velocidad marcada. De esta forma, lo que está claro es que nos aseguraremos un buen mamporro, tarde o temprano. Eso, o pagar unos 100 Euros a la semana en multas.
Y lo peor, es que éste, y otros procedimientos, no van a lograr que salgamos del pozo en el que nos encontramos metidos. La crisis seguirá. Al menos, hasta que se atrevan a adoptar otro tipo de medidas, que no repetiré pues ya las he reflejado en el Blog. Impopulares, sí, radicales, pues también, pero que son las únicas que pudieran conseguir sacar a flote nuestra precaria situación económica.
Que el actual Gobierno, y me temo que ningún otro lo será, se ve incapaz de frenar el descomunal batacazo del que, completamente impotentes, seremos testigos muy pronto, también es un hecho incuestionable.
El déficit público se está disparando hasta límites insostenibles. Los ingresos no cubren los gastos a los que está haciendo frente la Nación, ni de lejos. Mucho me temo que nuestro nietos, aún seguirán pagando las deudas que ahora estamos contrayendo.
En un intento, espero que bien intencionado al menos, por ayudar a los más necesitados, se están aprobando medidas protectoras ( la última es la de la ayuda a los parados que han dejado de percibir el subsidio ) que, además de no conducir a nada bueno ( 400 Euros no bastan para que una familia haga frente a sus gastos, y obligará a esa gente, si no encuentra trabajo, a realizar labores “ bajo cuerda “ que lo complementen ), elevará la deuda pública en muchos millones de Euros más.
Por no hablar de la hecatombe que, en el ámbito laboral, se producirá en cuanto pase el mes de Septiembre, y los autónomos y Empresas que se verán obligados a cerrar sus negocios. Y éstos sin derecho a paro ni a indemnización alguna. Cerrarán y se irán a casa con lo puesto.
Ante esta situación, sólo cabe aumentar las fuentes de ingresos del Estado, es decir, los Impuestos. Muchos empezarán a incrementarse muy, pero que muy pronto.
Y la otra manera de recaudar ese dinero que tanta falta hace, son, por supuesto, las multas y demás sanciones, en concreto las que hacen referencia a infracciones de tráfico.
Resulta que, por ejemplo, han eliminado el margen que antes se permitía a la hora de sancionar una multa por exceso de velocidad. Ya nos avisaron. A partir de ahora, si algún conductor rebasa, aunque sólo sea en un kilómetro a la hora, el límite de velocidad estipulado según el tipo de carretera en la que estemos circulando, nos impondrán una sustancioso correctivo ( una multa de órdago, vamos, jajaja ).
Y lo están cumpliendo a rajatabla.
Muchos de mis clientes han empezado a recibirlas ya. Algunos hasta me han enseñado un par de ellas, por infracciones cometidas en la misma semana. Y por velocidades que sobrepasan en tan solo 4 o 5 kilómetros/hora la permitida en cada caso.
El exceso de velocidad, junto con el alcohol, es la causa que más mortalidad genera en nuestras carreteras. Es lógico pues que se castigue. Y muy duramente.
Pero circular a 83 Km/h en una vía en la que hay que ir a 80, y que te endiñen una multa, ..., ¡¡¡ es una auténtica majadería !!!. Y de las gordas. Pero no podemos hacer nada al respecto. No cabe recurso alguno.
En Tráfico se han debido dar cuenta de que este tipo de multa, salvo casos muy concretos, y dado que los importes a pagar en estos casos, en los que el exceso de velocidad es mínimo, son modestos si los comparamos con otras infracciones, se abona sin problema por parte de los conductores. Y ha visto que supone un estupendo sistema para recaudar dinerito fresco.
Pues nada, habrá que hacerse a la idea de pagar unas cuantas multas al mes. Ya me diréis cómo vamos a diferenciar si vamos a 50 o a 53 Kilómetros a la hora. O todavía más difícil, e incluso peligroso, si circulamos a 120 o a 125 Kilómetros/Hora. Y estoy hablando de un peligro muy real. Me explico.
No quedará más remedio, si no queremos ir a la ruina, que dejar de mirar la carretera o por los retrovisores y fijar nuestra mirada en el panel del velocímetro, de forma que consigamos no rebasar nunca la velocidad marcada. De esta forma, lo que está claro es que nos aseguraremos un buen mamporro, tarde o temprano. Eso, o pagar unos 100 Euros a la semana en multas.
Y lo peor, es que éste, y otros procedimientos, no van a lograr que salgamos del pozo en el que nos encontramos metidos. La crisis seguirá. Al menos, hasta que se atrevan a adoptar otro tipo de medidas, que no repetiré pues ya las he reflejado en el Blog. Impopulares, sí, radicales, pues también, pero que son las únicas que pudieran conseguir sacar a flote nuestra precaria situación económica.