SEIS ESTUDIANTES, PARA CELEBRAR EL COMIENZO DEL CURSO ACADÉMICO, SE ZAMPAN UNA TARTA DE ... ¡¡¡ HACHÍS .!!!.

Empiezan las clases en la Universidad. Para festejar la ocasión como se merece, jajaja, seis universitarios ( cinco chicos y una chica ), decidieron reunirse en un chalet de Villanueva de la Cañada ( Madrid ), cenar allí y tomar unas copichuelas.

El problema fue el postre elegido. Más que el postre en sí, su composición. Una deliciosa tarta, con un buen montón de ricos ingredientes, a los que decidieron añadir, en vez de las clásicas raspaduras de chocolate ( del clásico, no del otro, jajaja ), un buen rayado de resina de cannabis. Pero al que lo hizo, se le fue la mano.

Los encontraron, tras una llamada telefónica de la chica, tumbados en los sillones, y muy malitos. En principio lo achacaban a una mala digestión o a algún alimento en mal estado.

Y sí, era una mala digestión. Pero también había algo en mal estado, Sus locas cabezas, jajaja. Por suerte, y al parecer, ninguno corre peligro y, a estas alturas, estarán todos recuperados y en disposición de acudir a sus respectivas Facultades.

¿ A quién se le ocurre ?. ¿ Así piensan motivarse a la hora de afrontar sus respectivas carreras universitarias ?.

Me encantaría haber visto esa tarta ( sin probarla claro, jajaja ), con esos adornos tan festivos y estimulantes, esas raspaduras. Supongo que en vez de velas, utilizarían directamente “ petas “, jajaja. Esa nata tan blanquita, jajaja. Esos botoncitos tan exóticos y redondos. Menos mal que los curiosos componentes, los emplearon únicamente para el postre y no para el primer y segundo plato. Hubieran terminado tumbados en otro sitio mucho menos deseable. Un sillón no es el peor lugar en el que reposar.

Si así han celebrado el inicio del curso, cabe esperar que la fiesta con la que lo despidan, sea aún más festiva. Como idea, les sugiero una tarta gigante y, dentro de ella, en plan sorpresa, dos o tres camellos, en paños menores, eso sí, que aparezcan en su interior, cargaditos de regalos para los allí presentes. Si lo hacen en Navidad, los señores camellos pueden ir disfrazados de Reyes Magos, jajaja.

Por supuesto, durante el curso, habrá más de una oportunidad que celebrar ( Vacaciones de Navidad, Semana Santa, ... ) y, como el hombre, ya se sabe, es el único animal ( con la excepción de mi conejo de angora, jajaja )que tropieza dos veces, y tres, y cuatro, jajaja, en el mismo “ peñasco “, seguro que se les ocurre alguna otra genialidad. Espero, muy sinceramente, que tengan la misma suerte que en esta ocasión.