CASINO ROYALE, DE MARTIN CAMPBELL.
Una buena película. Daniel Craig tiene asegurada su participación en futuros films de Bond. Lo hace fenomenal, en la linea de Sean Connery, dándo al personaje un vigor del que carecían los últimos intérpretes elegidos para el papel.
Roger Moore, simpático, intrascendente y demasiado inexpresivo. Timothy Dalton, cumplió si más en las dos entregas que protagonizó. Pierce Brosnan funcionó bastante bien, consiguiendo que sus episodios, volvieran a hacer muy rentable la saga.
Pero, por encima de todos, sigue Sean Connery, el único James Bond, al menos para mí. Y también George Lazensby, que lo hizo bastante bien, aunque sólo interviniera en una película ( Al Sercicio Secreto de Su Majestad ), muy superior a otras que le siguieron, y en la que, por cierto, Bond se enamora y contrae matrimonio ( que dura más bien poco, ya que la pobre es asesinada ).
En Casino Royale, prima la acción pura y dura, sin concesiones. Una espléndida escena, la primera, en blanco y negro, nos explica cómo Bond consigue los dos ceros. Después una persecución de diez intensos minutos, a pié, resulta un prodigio de montaje. Electrizante. Quizá no debiera ser tan larga ( dos horas y media de metraje ), ya que es muy difícil mantener el mismo nivel durante tanto tiempo. Craig resulta muy apropiado y responde bien al patrón marcado por Fleming en sus novelas. La música de David Arnold, pasable y demasiado funcional ( como en anteriores ocasiones ). Desde aquí pido que para la próxima entrega, contraten a Danny Elfman y que sea él quien firme la partitura. Sería una gozada, seguro.
Roger Moore, simpático, intrascendente y demasiado inexpresivo. Timothy Dalton, cumplió si más en las dos entregas que protagonizó. Pierce Brosnan funcionó bastante bien, consiguiendo que sus episodios, volvieran a hacer muy rentable la saga.
Pero, por encima de todos, sigue Sean Connery, el único James Bond, al menos para mí. Y también George Lazensby, que lo hizo bastante bien, aunque sólo interviniera en una película ( Al Sercicio Secreto de Su Majestad ), muy superior a otras que le siguieron, y en la que, por cierto, Bond se enamora y contrae matrimonio ( que dura más bien poco, ya que la pobre es asesinada ).
En Casino Royale, prima la acción pura y dura, sin concesiones. Una espléndida escena, la primera, en blanco y negro, nos explica cómo Bond consigue los dos ceros. Después una persecución de diez intensos minutos, a pié, resulta un prodigio de montaje. Electrizante. Quizá no debiera ser tan larga ( dos horas y media de metraje ), ya que es muy difícil mantener el mismo nivel durante tanto tiempo. Craig resulta muy apropiado y responde bien al patrón marcado por Fleming en sus novelas. La música de David Arnold, pasable y demasiado funcional ( como en anteriores ocasiones ). Desde aquí pido que para la próxima entrega, contraten a Danny Elfman y que sea él quien firme la partitura. Sería una gozada, seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario