PREGÚNTALE A ANNA Y OTRAS CONSIDERACIONES SOBRE IKEA.

Para aquellos que en algún momento de vuestra existencia, os podáis encontrar aburridillos y sin nadie con quién conversar, ..., he encontrado la solución perfecta. ¿ Dónde ?. Pues naturalmente, en Internet.

Entrad en la página de Ikea, cuyo enlace os dejo al final del post. Os diré que si algo odio a rabiar, es ir allí. Y si es un festivo de esos que abren, mucho peor. De momento, hay que dedicar una horita de reloj a buscar aparcamiento. Luego, feliz y con tu coche ya aparcado ( y cuando vuelvas, seguramente rayado, jajaja ), entras en la tiendecita y resulta que te ponen una linea al objeto de que la sigas y camines sobre ella, en la dirección que te marcan.

De repente, das con el mueble o la estantería de tu vida. Y ahí empieza el verdadero suplicio. Primero debes anotar una larga referencia, para posteriormente, bajar, siguiendo la raya de las narices, a un almacén interminable, tanto a lo ancho como a lo alto, en el que puedes estar, fácilmente, otra horita ( como con el coche ), hasta que localizas la mencionada referencia. Normalmente se trata de un bulto, casi siempre enorme.

Pagas, y vas con el número que te facilitan, a recoger la mercancía. Otra media hora. Lo llevas, a trancas y barrancas, hasta tu vehículo ( que suele estar a bastante distancia, jajaja ). Y, en el mejor de los casos ( tras caerse del carro varias veces durante el recorrido ), lo introduces en él ( lo normal es que no entre ). Otra horita en la cola de salida y ... objetivo conseguido.

¿ Objetivo conseguido ? ... qué va, jajaja. Llegas a casa y te tienes que poner a montarlo, siguiendo unas mínimas instrucciones que van dentro del bulto, con unos simpáticos dibujitos, que deben hacer los hijos del dueño, en sus ratos libres, jajaja. De su interior, al abrirlo, surge un interminable montón de herrajes, tornillos, tuercas, tablas, topes, soportes, el maldito papel de las instrucciones, tacos y más tacos ( parece que te han metido todos a ti, jajaja ), y todo tipo de artículos de ferretería. Miras el dibujo del mueble en el papel, luego miras el contenido del bulto esparcido por el suelo, y, al menos a mí, me entran ganas de llorar.

Tras horas y horas de incansable montaje ( en algunos momentos te encuentras atrapado dentro del mueblecito y resulta muy difícil salir al exterior ). Tras soltar por la boca todo tipo de maldiciones, jajaja, por fin terminas.

Por todo ello, y por mucho más, al menos en lo que a mí respecta, Ikea ha dejado de existir, a nivel de tienda.

Sin embargo, en su página web, han puesto a una simpática señorita, con la que mantener una agradable conversación. Entráis y está en la parte inferior derecha ( Pone " Pregúntale a Anna " ). Podéis preguntarle cualquier cosa. Yo he estado hablando con ella un rato, del tiempo, noticias de actualidad, deportes ... . La he preguntado por varias cosas, de dónde es, si está casada, por sus hobbies. Preguntádle aquello que se os ocurra ( cualquier cosa, de verdad ). No os quiero dar ideas, que seguro que ya se os ocurrirán buenas y sugerentes cuestiones a las que os pueda dar respuesta ( la chica es bastante liberal, jajaja ).

El link es: http://www.ikea.com/ms/es_ES/local_home/alcorconn.html

Que os divertáis.