H. DE G.. CAPÍTULO SEIS : GORRINETE VS. WINDOWS. LA BATALLA HA COMENZADO.
Entusiasmado tras su rotundo éxito en la obtención del carnet de conducir, G. decidió embarcarse en nuevas empresas y desafíos ( para los que no estaba preparado en absoluto ), en los que emplear su agilidad y destreza mental.
Ni corto ni perezoso, y tras quedar maravillado al verlo funcionar en casa de un amiguete, se compró un ordenador personal. Se lo instalaron, indicándole que lo único que tenía que hacer era apretar el botón de " On ", y comenzar a trabajar con él. " Está chupado ", respondió G.. Arqueando las cejas ante tal comentario, los instaladores se despidieron, sabedores ( estoy casi seguro ) de que pronto deberían volver a aquella vivienda.
G. apretó el botón de aquel 8086, con 20 Megas de Disco Duro y Disquetera 5 1/4, que por aquellos años, era la última generación en ordenadores personales. Una vez encendido, y ante la impotencia ( y el sueño ) que, poco a poco, se adueñaba de su alma ( y de todo su ser, jajaja ), llevaba más de dos horas contemplando la pantalla en negro, con un extraño símbolo, éste en blanco, en la parte superior izquierda, " C:\ ", comezó a teclear. Probó números, letras sueltas, símbolos, ... y cuando tenía absolutamente toda la pantalla llena de ellos, se dijo, " ésto se soluciona enchufando y desenchufando ".
Una vez ejecutó su infalible solución (cierto es que se adelantó a su tiempo y ya empleaba el " reinicio ", del que ahora hacemos uso al menos una vez diaria o cada vez que Windows se rebela contra nosotros ), y viendo que de nuevo aparecía el mismo simbolito, cogió con firmeza el Libro de Instrucciones, y se sentó en un cómodo sillón, sin perder de vista la pantalla del ordenador. Eran las doce de la mañana.
A las 7 de la tarde, el símbolo permanecía inalterable en la pantalla y ya había finalizado el librito, que lanzó con vehemencia a la habitación contigua. Tras una llamada al Servicio Técnico, que duró una hora aproximadamente, supo como entrar en el Directorio de " C " y alternar entre " C: " y " A : ". Desde ese día, sus conocimientos informáticos fueron en aumento ( entre otras cosas, es que disminuir no podían disminuir más, jajaja ).
Me comentaba que los discos de 5 1/4, le parecían demasiado blandos y enormes y que pensaba que hubiera sido mejor idea hacerlos pequeñitos y encerrados en alguna carcasa más consistente ( ya llevaba rotos unos cuantos, el primero de ellos, mientras me enseñaba su capacidad elástica para doblarse, jajaja ). Mi amigo volvía a adelantarse a su tiempo ( como un Julio Verne cualquiera ), y estaba hablando, años antes de su aparición en el mercado informático, de los disquetes de 3 1/2.
Empezó a guardar en el disco duro, todos los artículos que, en el ejercicio de su profesión, escribía. Tras un par de años de duro trabajo, en su disco duro de 20 megas, seguían quedan 19,5 libres, jajaja. Y eso que metió también los apuntes de la Universidad.
Una tarde, mientras me enseñaba sus informatizados artículos, comentó que, para que el disco duro volviera a funcionar como el primer día ( según había oido ), lo mejor era hacer una copia de suguridad de los archivos y, después, formatearlo. " Se tiene que escribir aquí un comando de nombre " Format C: " ", dijo mientras lo tecleaba y aparecía en pantalla. " Ahora ni se te ocurra dar al " Enter ", continuó, " Mira bien, ..., hay que darle al " Delete " y con cuidado, pues ambas teclas están muy proximas en el Teclado ". Al dar un golpe seco y rotundo en el teclado con su dedo índice, apareció el siguiente mensaje en pantalla: " Formateando. No apague el Ordenador mientras se ejecuta el formateo completo de su Unidad. Puede durar varios minutos dependiendo del espacio físico de la misma ".
¿ Minutos ?. Treinta segundos bastaron. El Ordenador quedó vacío y con el mismo símbolo que G. contempló la primera vez que lo encendió: " C:\ ".
Lo que todavía no entiendo, es que G., mientras se formateaba el Ordenador, no paraba de reir a carcajadas mientras decía " Jajaja ... se me está borrando todo ... Jajaja. En aquél momento intuí, al verle tan contento, que tendría sus artículos guardados en disquetes o algo similar. Pero me explicó que no. Pensé que era mejor así y, una vez más, admiré su valor, entereza ante las situaciones difíciles e inmejorable estado de ánimo.
A lo largo de los años, han pasado por sus manos todo tipo de Ordenadores y sistemas operativos. " Windows " le encantó, en comparación con el desfasado "Dos ". De Windows, lo que siempre le ha molestado es que pasa más tiempo viendo pantallazos azules de error, que contemplando su Escritorio. Ha sufrido continuos ataques de virus, troyanos, gusanos, ... que, según él, bloqueaban el ordenador. Yo pienso que los virus no eran precisamente exteriores, jajaja. Pero su férrea voluntad ha hecho que nunca cayera en la desesperación y ahí sigue en la actualidad, con su nuevo y flamante Pentium Dual Core con Pantalla Plana de 19 pulgadas.
Próximamente: " Que tiemble Internet, me he comprado un modem ".
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