H. de G.. CAPÍTULO UNO: PRIMEROS PASOS.

Nace el protagonista de nuestra historia, Gorrinete en adelante, en Madrid. Sus padres, deciden que que su educación la reciba en el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús, lugar en donde encontraría a la persona que tanto le ayudaría en los años venideros, gracias a sus inestimables consejos. " A él le debo todo lo que soy ", son palabras que se repite Gorrinete día tras día.
Gracias a la ayuda de esta persona, que de momento dejaremos en el anonimato también, siguiendo sus pacientes consejos, G. ( iba a poner aquí sus iniciales, pero suenan bastante peor ... V.A.G.O. ), jajajajajajajajajajajajajajajaj....., perdón, ya sigo... , hincó el codo, y llegó incluso a superar la antigua Selectividad.
Una vez conseguido esto, J. ( su amigo y mentor ), le aconsejó que, ya que temerariamente pretendía iniciar una Carrera Universitaria ( vamos, que se le metió entre ceja y ceja ), optara por la de Periodismo. Bien es sabido que el esfuerzo intelectual a realizar en esta Licenciatura, es mínimo ( Los apuntes que se toman en los cinco años, no superan los tres folios y medio, en el mejor de los casos ). Si dividimos el número de folios total entre los cinco años, bueno... no daré más pistas ni explicaciones, que podrían superar a los dichosos folios en cuestión. Al comprender, no sin mucho esfuerzo bien es cierto, la oportunidad que el destino y, sobre todo, su gran amigo, le brindaban, no dudó en iniciar sus estudios. Y de forma provechosa. Para ser sincero, diré que no repitió ni un solo curso.
Durante el cuarto año, consiguió unas prácticas ( las consiguió él, su amigo no tuvo nada que ver ), en el prestigioso diario " El Alcazar ", ejemplo donde los haya de imparcialidad y rigor periodístico, lo que hizo que completara sus ya amplios conmocimientos en la materia ( ya se había leido los 3 folios y medio y, lo que era más importante, logró comprenderlos ).
Y lo que parecía un sueño, se cumplió: Gorrinete ya era ... jajajajajajajajajajajja, de nuevo pido perdón, Periodista, y con mayúsculas. ¿ Alguien puede llegar más alto ?. Los esfuerzos de su mentor y, como he explicado, amigo, habían dado resultado.
Durante todos estos años, cultivó con éxito, su gran aficción a contar chistes malos, que nadie entendía. Bueno, alguien sí. Yo. Nunca consiguió que otra persona riera, pero su gran conformismo, le sirvió para pensar que si su amigo se reía, los chistes no podían ser tan malos, al fin y al cabo. Nunca se dio cuenta de los grandes esfuerzos que tuve que hacer, pero conseguí que no se desanimara, y siguiera adelante en su desmedido afán de hacer reir.
Uno de su más famosos chistes, y uno de los más grandes esfuerzos que me ví obligado a realizar, me lo contó estando ambos sentados en un Banco de la Calle Príncipe de Vergara. Yo no podía salir de mi asombro, cuando lo escuché:
Un Señor pregunta: " ¿ María de la O ? ".
Otro Responde: ¿ Eh ?
El primer Señor: O.
El segundo: ¿ U ?.
El primero: O.
El segundo: Ahhhh.
No quiero hacer comentario alguno. Que cada cuál saque sus propias conclusiones.Me temblaban hasta las piernas, lo que, eso sí, sirvió para que G. añadiera: " ¿ A que no puedes para de reir ?. Durante los siguientes 7 días, insistía: ¿ A que cada vez que te acuerdas del chiste, no puedes para de reir ?. Imaginaos el placer tan intenso que fue para mí, decirle que sí.