DIARIO DE UN RODRÍGUEZ: SEGUNDA PARTE.

Al asumir mi nueva condición social, hace ya una semana, pensé que tendría más tiempo para escribir en el Blog. ¡¡¡ Qué equivocado estaba !!!, jajaja. Ya os puse en mi anterior Post, el de más abajo, la abrumadora lista de actividades a las que, ineludiblemente, debo hacer frente a diario. Y claro, así no hay quién pueda, jajaja.

Todos los días me surge algo que desequilibra mi inteligente reparto del horario disponible.

El jueves de la semana pasada, los vecinos, Ricardo y Patricia, hicieron una barbacoa y me invitaron a cenar. Pancetita, morcillitas, ... todo muy rico.

El viernes, la invitación para cenar fue de mi querida vecina Malen. Naturalmente, no era cuestión de " hacerla un desprecio ".

El sábado sí pude ver un par de películas: " Hannibal, El Origen del Mal " ( os la recomiendo, está bastante bien ), y " Todos los hombres del Rey " ( gran interpretación del magnífico Sean Penn ). Pero no tuve tiempo de echar una partidita a la Wii, con lo que me " salté a la torera " mi elaborado " programa de actividades ". Conseguí, eso sí, leer un buen rato y escuchar música. Y, por supuesto, no descuidé mis obligaciones caseras: recogí el baño y la cocina y, por si fuese poco, regué las plantas. Sí, es cierto, tenéis razón al pensarlo, terminé realmente agotado, jajaja. A la hora de la cena, vinieron unos amigos que hace un par de años vivían en una de las viviendas de mi Comunidad y, junto con otros vecinos, estuvimos cenando y charlando hasta casi las dos de la madrugada.

El Domingo me llamaron otros amigos ( Merce y " El Niño ". Éste último, en contra de lo que pueda parecer, es un hombre, hecho y derecho, jajaja, y además, el señor esposo de la primera ). Tomamos unas cervzitas en una terraza cercana a nuestras respectivas viviendas ( yo bebí coca-cola, pues no aguanto la cerveza ) y regresé a casa sobre las cuatro ( de la tarde, no seáis mal pensados, jajaja ). Por la tarde, adelanté bastante en mi crucial objetivo de visionar todas las películas atrasadas. De tres de ellas, me bastó con contemplar sus diez primeros minutos de metraje: " El Equipo Ja ", " Epic Movie " Teresa, el Cuerpo de Cristo ". Las dos primeras, a pesar de estar realizadas a miles de kilómetros de distancia, tienen un denominador común: sus respectivos " directores " que, aunque no estoy seguro de que merezcan semejante apelativo, es mejor que se dediquen a cualquier otro menester y, además, han debido acudir a la misma " Academia Cinematográfica " ( encima, es de suponer que habrán copiado en los exámenes finales ). Desde luego, Dios no los ha llamado por el camino de la dirección de películas. ¡¡¡ Horrorosas !!!. Y la tercera, bastante aburrida y carente del menor sentido del ritmo. Tampoco descuidé mis tareas en la casa, que conste. Organizándose, hay tiempo para todo, jajaja.

El lunes, vi Cándida ( muy simpatica peli de Guillermo Fesser ). Además, volví a regar ( y os advierto que se emplea cerca de media hora en esta muy entretenida y trascendental actividad, que no es " moco de pavo ", jajaja ). También pude leer y escuchar un par de CDs.

El martes, ..., bueno, del martes mejor ni hablar. Ya os conté, en el Post mencionado anteriormente, lo que me pasó cuando fui a casa de mis padres y la inolvidable experiencia con el " estupendo y muy eficiente " Servicio de Averías del Canal de Isabel II. Aún así, cuando regresé, me relajé viendo " La Caja Kovac " ( bastante regular, pero bueno, la factura es correcta, no se hace pesada, y entretiene, que, al fin y al cabo, es de lo que se trata ).

El miércoles, tras la dura jornada laboral, salí al patio y estuve leyendo un rato mientras oía un par de " Musicales de Teatro " en la Cadena de Sonido: la grabación de J.C. Superstar, realizada en Australia, en el año 1.992 ( extraordinaria ) y la maravillosa obra de Alan Menken, " Little shop of Horrors ", con el reparto original de Broadway. Una auténtica delicia. Tras un rato de animada conversación con mis vecinos, cené, y terminé el día viendo " La vida abismal ". Tan sólo destacar la actuación de Óscar Jaenada, aunque no sea la mejor que he tenido oportunidad de contemplar ( me quedo con su expléndido " Camarón " ).

Como véis, mi vida de Rodríguez no es nada del otro mundo, pero, por fortuna, puedo dedicar mi tiempo libre a lo que realmente me gusta: leer, ver pelis y escuchar música. Y, por supuesto, sin descuidar, en ningún momento, mis obligaciones laborales y caseras. Si insisto tanto en lo de que cumplo a diario con mis obligaciones domésticas, es, además de ser completamente cierto, por si mi mujer entra aquí y lee mis palabras. " Más vale prevenir que curar ", jajaja.

CONTINUARÁ ... .