EN SOMALIA, LOS ISLAMISTAS CASTIGAN, CON GRAN DUREZA, A LAS MUJERES QUE USAN SUJETADOR.

Hoy, leyendo el periódico, me he encontrado con una demostración más, de las muchas que ya existen, de cómo tienen la cabeza los citados islamistas. Perdidita completamente.

Resulta que han aprobado una ley, que al parecer está ya vigente, por la que se castiga a toda mujer que use sujetador. Y no con una multita, no. Lo hacen a base de latigazos y flagelaciones públicas.

Por todo su territorio, hay controles policiales que se dedican a parar a todas las mujeres que ven, y, a continuación, las hacen saltar y contonear el torso, de forma que puedan apreciar si los pechos se mueven con total libertad, o, por el contrario, éstos se encuentran embutidos en el, según ellos, demoníaco sostén.

Todas las que, por desgracia, no superan la indignante e inclasificable prueba ( para que luego nos quejemos a la hora de soplar en un control de tráfico ), son detenidas y sometidas a flagelación en público, de forma que a las demás, se les quiten las ganas de ponerse la, a partir de ahora, desaconsejable prenda interior.

De esta forma, pretenden evitar lo que para ellos supone una deleznable provocación por parte de esas mujeres fatales que, al colocarse el sujetador, consiguen dar una forma a sus pechos, que no se corresponde con la realidad y, de esta forma, provocar a los pobres e inocentes islamistas que se cruzan en su camino. Dicen que los pechos deben ir caídos. Que así se los ha puesto Dios. Y así deben continuar, cumpliendo a rajatabla la ley de la gravedad, hasta el día de su muerte. Aunque llegue casi hasta el suelo, les da igual. Curioso, aquí algunos critican a las que no lo llevan puesto, y precisamante por lo mismo, por provocativas.

Aunque parezca una broma y nos suene a cuento chino, la noticia se corresponde con la triste realidad que viven aún determinados países. Por si no tuvieran bastante con las terribles epidemias que se ceban con ellos, con las crueles persecuciones de que son objeto y con el hambre que mata allí a miles y miles de seres humanos ( niños incluidos ) diariamente, también sufren este tipo de injusticias y situaciones, que resultan incomprensibles para el resto del mundo.

Estimados señores islamistas. Decirles que, en el caso de los hombres, los calzoncillos, cumplen una función muy similar. A saber : ambas prendas sujetan partes móviles del cuerpo humano ( no entraré en más detalles ), e impiden su movimiento involuntario y continuo. Por lo tanto, y siguiendo su estúpido y trasnochado razonamiento, dichas partes, en su caso, el de los machotes, deberían permanecer también en caída libre y no contribuir a provocar a las mujeres ( a las que llevan sujetador por supuesto, que son las más proclives a tales excesos sexuales ), puesto que también logran, al apretarlas, que sus artificales formas disimulen su igualmente triste realidad.

Veremos si, en unos días, no les da por prohibir el uso de braguitas ( porque lo de los tangas supongo que allí es completamente impensable y estará castigado con la más horrorosa de las muertes ). Lo difícil será elegir la prueba apropiada, a realizar por sus controles callejeros, a la hora de determinar si la mujer las lleva o no. Por mucho que las hagan saltar, va a ser difícil comprobarlo.

DON RICARDO COSTA : CON P DE PIJO.

Nunca, hasta hace aproximadamente un mes, había tenido ocasión de escuchar al Secretario del PP en la Comunidad Valenciana, D. Ricardo Costa, y, por lo tanto, aunque sí había leido acerca de su persona, y sobre esos supuestos y presuntos regalos que, insisto, al parecer, aceptó con las manos bien abiertas ( un reloj de 20.000 Euros, que por el precio intuyo que incluirá una estación meteorológica o algo similar, y un supercochazo de lujo con el que, lamentablemente, se arreó un tortazo de órdago, que ya es mala suerte. El reloj, eso sí, supongo que no sufriría daño alguno, puesto que, como poco, estará fabricado con el mismo material que el esqueleto de Lobezno, el famoso e indestructible adamantium).

Pero, por casualidad, he visionado unos cuantos videos suyos en Internet, y, ..., utilizando una expresión algo simplona, pero muy popular, es “ para mear y no echar ni gota “.

Hace un par de años, critiqué en este Blog un video publicitario del PSOE, en el que, con ocasión de la Elecciones, ridiculizaba al PP y, por supuesto, a sus votantes, erigiéndoles en los reyes de la pijería nacional y, de paso, intentaba hacer que pasaran por auténticos analfabetos. Me pareció una falta de respeto absoluta, y, aunque no estoy entre los votantes de ese partido, lo considero de una bajeza moral impresionante. Éste es el enlace al post en el que se puede visionar ese video:

http://lestat-missionimpossible.blogspot.com/2007/10/algunas-reflexiones-al-respecto-del.html

Al oír las declaraciones de D. Ricardo Costa realiza en un programa de Canal Nou, he comprobado, completamente estupefacto, que, de manera asombrosa, responde fielmente al estereotipo del “ pijo nacional absoluto “, que yo creía ya casi erradicado de la geografía española. Y digo casi, porque bien es cierto que conozco a varias personas que, incomprensiblemente, aún responden a ese patrón. Su actuación, porque de verdad que parece estar actuando y tratarse de un sketch de cualquier espacio humorístico, y la del actor que, en el video del PSOE, daba vida a ese " falso " simpatizante del PP, son calcadas.

Os dejo el video en cuestión debajo de estas líneas. Sobran las palabras. Sólo un par de reflexiones al respecto. Notad que buena parte de los cuatro minutos que dura la entrevista, se la pasa con las manos abiertas ( gesto muy apropiado a la hora de recibir regalitos ). Y, por supuesto, estad atentos a la sonora y estrambótica risa, con que celebra uno de sus estrafalarios e indocumentados comentarios. Justo al minuto y medio de comenzar la grabación. Pone los pelos de punta, jajaja.

Señor Costa ( Me refiero, claro está, al Secretario del PP, no al Presidente de la serie " Aquí no hay quien viva " ): como estamos en una democracia, nadie puede exigirle que deje de ser pijo. Ni siquiera le podemos obligar a que no se comporte como tal. Pero por favor, disimule un poco esas trasnochadas maneras. Le está haciendo un flaco favor a su partido. Aunque, según se están desarrollando los acontecimientos, usted va a ser la menor de las preocupaciones y serios problemas a los que, en un futuro muy cercano, deberá hacer frente la cúpula del PP.

VAMPI, EL MURCIÉLAGO.

Aunque estamos hartos de ver a estos curiosos animalitos en las pelis de terror, y, más concretamente en las de vampiros ( género cinematográfico que me encanta y del que, siempre que tengo ocasión, reviso alguno de los excelentes y maravillosos clásicos de la Universal y, por supuesto, de la excelente productora inglesa Hammer ), no es corriente encontrarse con uno frente a frente, nunca mejor dicho.

Sin ir más lejos, la semana pasada, en el marco de la puerta exterior de entrada a mi oficina, me encontré con uno de ellos. La primera en verle, aunque si saber a ciencia cierta de qué animalito se trataba, fue mi mujer. Ese día, pasó por allí antes de que llegara yo, y, tras varios y frustrados intentos de ahuyentarle dando algunos golpecitos ( en la puerta, no contra el bichito ), lo dejó por imposible.

Más tarde, estando en la oficina, en la que entré si percatarme de su presencia, recibí una llamada telefónica. Era mi esposa, y me advertía de la presencia de un inquilino en ella.

Se encontraba pegadito a la pared y de espaldas a mí. Me decidí a cogerle, sin que el pobre opusiese resistencia alguna. Consulté en internet, y, además de leer algo que ya sabía ( están catalogados como especie protegida ), seguí las instrucciones que allí daban al respecto, para este tipo de situación.

Recomendaban meterle en una caja de cartón, ventilada eso sí, y, cuando se hiciera de noche, abrirla, de forma que el murciélago saliera volando y volviera a su casita, allá donde estuviera.

Así lo hice. Por la tarde, se lo comenté a dos amigos con los que me encontraba tomando un cafelito, y me dieron sendas soluciones al problema. Distintas y completamente opuestas, por cierto. El primero me dijo que lo mejor era que le diera una patada y le machacase. Como supondréis, no me pareció la más idónea, jajaja.

La opinión del segundo me pareció más lógica. Llamar a uno de esos hospitales de animales, puesto que en cualquiera se harían cargo de mi pequeño vampiro.

Llamé a uno de ellos y paso a reproducir la conversación, palabra por palabra ( pondré J cuando hablo yo y H, cuando es el encargado del hospital, el que lo hace ).

H. Dígame.

J. Buenas tardes. Mire usted, no estoy muy seguro de que éste sea el lugar apropiado al que llamar y si ustedes se dedican a este tipo de asuntos.

H. Dígame usted.

J. Pues verá. Me he encontrado un murciélago en la puerta de mi casa y creo que ustedes se dedican a recogerlos y cuidarlos si están enfermos.

H. ( Muy interesado ) Cuente, cuente.

Un inciso. De todos es bien conocida la escasa cordialidad de, por poner un ejemplo ciertamente similar, los funcionarios de la Seguridad Social a la hora de atender nuestras consultas, salvo, claro está, honrosas excepciones. Llamas para decir que te has puesto malito y, con suerte, la mejor respuesta con la que te puedes encontrar, es algo así como : “”” Vamos a ver, ¿¿¿ qué le pasa ??? “””.

Le relaté toda la historia, desde la primera y fallida identificación del vampirito por parte de mi mujer, hasta su localización en ese preciso momento, es decir, la espaciosa y ventilada caja de cartón.

H. Muy bien, muy bien. Lo ha hecho usted fenomenal. Efectivamente, cuando haya oscurecido, pruebe a ver si sale volando.

J. Vale. Pero, ¿ qué hago si, como me temo, no tiene fuerzas o no está en condiciones de emprender el vuelo .???.

H. Entonces sería conveniente que nos lo acercara y nosotros nos haríamos cargo de él.

El Hospital en cuestión está a más de 70 Kilómetros de mi lugar de residencia y, mientras seguía preguntándome si realmente estábamos hablando de un murciélago, respondí:

J. Pues me va a resultar bastante complicado. ¿ No es posible que lo recojan ustedes ?.

H. Sí, sí, por supuesto. Ahora le cojo los datos.

Al final, le propuse esperar a ver si el animalillo conseguía volar por sus propios medios. Me contestó que perfecto, pero que de no ser así, tendría que pernoctar en un lugar tranquilo y a salvo de peligros que amenazaran su existencia. Y me propuso utilizar un armario de casa al efecto.

Bastante turbado, le respondí que, si mi mujer me veía meter un murciélago ( que para ella es más bien una ratita provista de alas ), en uno de sus armarios, era muy probable que tanto él como yo, pasáramos la noche al raso. Que lo que me proponía resultaba absolutamente inviable, incluso peligroso para ambos. Le conté que el garaje era un lugar muy tranquilo y, por suerte, manifestó su conformidad con la propuesta.

A continuación, me despedí dándole las gracias por su extrema amabilidad y correctísima atención.

No hubo manera. “ Vampi “, que fue el nombre con el que le bautizó mi hija nada más verlo, no echó a volar cuando abrí la caja. Se limitó a practicar una serie de estiramientos, como si tuviera sus extremidades anquilosadas, pero sin éxito alguno. Esperé casi una hora, y procedí a cerrarla de nuevo y a dejar el “ paquete “ en el garaje.

Lamentablemente, por la mañana ya no estaba vivo. Es de suponer que su estado físico no era el deseable, y no resistió el pobre animal. Creedme si digo que lo siento. Aunque parezca increíble, tenía una carita muy simpática y hasta le había cogido un poquito de cariño.

Nuestros Hospitales y Sanidad Pública en general, deberían tomar buena nota y emplear estas formas tan correctas a la hora de tratar, y transportar, a sus pacientes humanos. Daría gusto la verdad.

Descansa en paz Vampi.

FOSTER,S HOLLYWOOD Y SU CHEQUE GORRÓN.

Ya no parece suficiente pagar unos precios abusivos cada vez que, por una u otra razón, terminamos comiendo en alguna de estas franquicias, que no es que se caractericen precisamente por su elevada calidad en lo referente a las materias primas empleadas en sus menús. Ahora también se dedican a descalificar, con todo el morro, a su clientes. En broma o no tan en broma, pero lo hacen.

Esta Cadena de Restauración en concreto, acaba de lanzar una singular campaña publicitaria en la que, directamente y sin tapujo alguno, nos endiña el calificativo de “ gorrones “. Cito textualmente:

“”””” ¡¡¡ GORRÓN !!!, VEN A DISFRUTAR DE LA MEJOR COMIDA AMERICANA CON TU PEPSI BIEN FRÍA. CENAN DOS Y PAGA UNO “””””

“”””” PORQUE TODOS LLEVAMOS UN GORRÓN DENTRO, ... , CONVERTÍOS EN SUPER GORRONES “””””.

Que la publicidad empiece, muy bruscamente, con el término “ Gorrón “, con signos de admiración y todo, como si te lo gritarán a la cara sin el menor rubor, resulta cuando menos chocante. Es de esperar que, si acudimos al local, nos espere en la puerta, un cartel de dimensiones considerables, en el que se repita el insulto, y, encima, con letras bien hermosas y llamativas. Incluso puede que lo repitan en esos costosos mantelitos de papel que adornan esas preciosas mesas de roble macizo. Una buena forma de que se nos vaya abriendo el apetito.

Vamos a ver, mis queridos señores de Foster,s Hollywood. Un poquito de por favor.

Si ustedes hablan de “ cheque gorrón “, nosotros podríamos hacerlo del “ ticket ladrón “, que es lo que, a los postres, recibimos en nuestra mesa, tras saborear lo que ustedes llaman, demasiado alegremente, “ mejor comida americana “, y que, fundamentalmente, consiste en hamburguesas y costillas. No es que estén mal del todo, pero vamos, alta cocina no es.

Y lo denomino “ ticket ladrón “, porque, sin escrúpulo alguno, nos clavan tres euritos por un sencillo refreco de grifo ( ¡¡¡ más de quinientas pelas !!! ). Los postres, salen por un ojo de la cara. Y las costillas y hamburguesas, baratas, lo que se dice baratas, no son.

Llevan años exprimiendo naranjas ( o sea, o sus sufridos clientes ). Una comida en su restaurante, para cuatro personas, no baja de los 90 o 95 euritos ( que se convierten en más de 100 a nada que te descuides ). Son 16.000 pesetas para una cena, insisto, a base de pepsis, hamburguesas y costillas. Así nos luce el pelo. Recesión no, deberíamos hablar de bancarrota con estos precios.

Bien está que nos encontremos en crisis. También es lógico que intenten imitar estrategias comerciales de otras Cadenas, como los Vips ( aunque su promoción es similar, al menos no insultan, jajaja ).

Pero de ahí a que nos rueguen que saquemos el gorrón que todos llevamos dentro, ..., va un abismo. Podremos ser gorrones, unos más que otros, pero nos gusta guardar el anonimato. Si nos descubren, estamos perdiditos.

Voy poco, pero con esta publicidad, iré menos. En otros restaurantes podrán pensar lo mismo, pero son más educados y prudentes, y se lo callan. Ya sabemos todos que “ ojos que no ven, corazón que no siente “. En ellos, conseguiré cenar a gusto, con el gorrón dentro del cuerpo eso sí, pero sin verme rodeado de carteles llamándomelo, y con camareros que me sirven la comida mientras piensan : ¡¡¡ Hala, toma estas costillitas, so gorrón !!!.