LA PENÚLTIMA PROMESA ELECTORAL DE RAJOY: LOS NIÑOS ESPAÑOLES SERÁN BILINGÜES EN DIEZ AÑOS.

Aunque Enero es siempre el mes en el que, por motivos laborales, de menos tiempo dispongo para otros menesteres, no he sido capaz de resistirme a comentar algunos detalles respecto a la nueva y muy curiosa promesa electoral, en esta ocasión, del P.P..

Tras prometer bajadas y supresiones de Impuestos varias ( para no ser menos que su colega, el inefable Zapatero ), el Sr. Rajoy dice que, si gana las Elecciones, dentro de diez años, todos los niños españoles ( si es que queda alguno, claro, jajaja ), serán bilingües y, por lo tanto, dominarán a la perfección el castellano y el inglés.

No me lo puedo creer. No ya lo del bilingüísmo, que sé que es absolutamente imposible, sino la inutilidad de los argumentos y promesas que utilizan, con el único propósito de resultar ganadores en Marzo ( y aunque hoy le toque al P.P., lo mismo opino respecto de las promesas de Sr. Zapatero y compañía ).

Según lo que promete, esos niños que ahora mismo no cuentan, en su vocabulario habitual, con más de trescientas o cuatrocientas palabras distintas ( y me parece que me paso, jajaja ), que cometen un montón de faltas ortográficas cuando escriben, que no leen absolutamente nada, ..., en el año 2.018, van a ser capaces de mantener conversaciones fluidas en inglés. No me puedo imaginar qué clase de expertos en la materia, le han asesorado al respecto y hecho pensar que tal quimera puede llegar a convertirse en una, por otro lado, muy deseable realidad, si tenemos en cuenta el bajísimo nivel de nuestra actual Enseñanza.

España va mal. Mientras que, tanto ciudadanos como políticos, no seamos capaces de asumir esta hecho incuestionable, la situación será cada vez peor. La Economía es un desastre. La Enseñanza está bajo mínimos. Nuestro nivel cultural es lamentable. La mala educación y la falta de respeto, están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.

La Televisión es un claro reflejo, como siempre lo ha sido, de esta situación. Programas sin sentido, realizados por y para personas en posesión de un encefalograma total y absolutamente plano. Series hechas como churros, sin un mínimo argumento, con unos diálogos trasnochados, sin gracia alguna, y con títulos, eso sí, cada vez más sugerentes ( " Sin Tetas no hay Paraiso ", por poner un ejemplo ). Concursos líderes de audiencia, que fomentan la incultura y hacen pensar a nuestros jóvenes que, para triunfar en la vida, tan sólo deben imitar lo que estos hermanos, triunfitos y supervivientes, enseñan a diario en la pantalla. Es decir, nada.

Los padres somos cada vez más pemisivos con nuestros hijos. Nos limitamos a echar la culpa a los profesores de su fracaso escolar y de sus malos hábitos de conducta, puesto que pensamos, equivocadamente, que son ellos los que deben ocuparse de su educación. Suspendan o no, los premiamos con más regalos y auténticas necedades que no necesitan en absoluto, y que, por el contrario, hacen que se conviertan en consumidores compulsivos y que no valoren nada en absoluto. Cuando llegan casa, tienen libertad absoluta para hacer lo que quieran. Salir a la calle con sus amigos ( y, en algunos casos, estoy hablando de niños que no han cumplido ni los diez años ), jugar a diario con sus consolas y ordenadores; conectarse, también a diario, al Messenger; quedarse viendo la televisión hasta las doce o la una de la madrugada pegados al televisor, sin que importe ni nos preocupe lo que están viendo y sin valorar, en absoluto, si determinados programas son realmente apropiados para sus edades.

¿ Y estos niños son los futuros bilingües ?.

Permítame que lo dude Sr. Rajoy. Eso sí, deseo sinceramente estar equivocado. Lo deseo de todo corazón.