EL SR. TARDÁ Y SU " MUERTE AL BORBÓN ".

Don Juan Tardá ( como hablo castellano, no sé como se escribe " Juan " en catalán, de verdad que lo siento, jajaja ), la ha armado y muy gorda. No pongo su foto, porque no pega con la estética del Blog, jajaja. Este pintoresco personaje, que además es Diputado por ERC ( Esquerra Republicana de Cataluña ), entre otras lindezas, se ha permitido emplear la frase que da nombre al Post, " Muerte al Borbón ", delante de unos pocos seguidores, que se supone comparten su curiosa forma de entender el término " democracia ", como cierre de su particular arenga, pronunciada en un Acto contra la Constitución Española.

Ahora nos viene con disculpas hacia todos aquellos que, con razón, se han sentido ofendidos por sus palabras. Leo en El País lo siguiente:

""""" El diputado ha explicado en el documento que la expresión debe ser contextualizada "en la historia de Cataluña con lo que ha sido siempre un grito que conmemora la Guerra de Sucesión y los hechos de 1714", cuando Barcelona se rindió a las tropas de Felipe V. Tardà ha añadido que nunca ha "deseado la muerte de nadie" y que su "larga experiencia política, siempre en el marco de los valores democráticos y de progreso, así lo avala""""".

Pues si no desea la muerte a nadie, que no se exprese así. ¡¡¡ Faltaría más !!!.

Cualquiera podría, con el pretexto de emplear frases históricas o célebres, llegar a decir barbaridades del mismo calibre. Muchos discursos podrían cerrarse, dependiendo del Partido que los pronunciase, con perlas como las siguientes:

""" Muerte al moro """.

""" El mejor rojo, es el rojo muerto """.

No es una excusa válida ni aceptable, Sr. Tardá. esas palabras no se dicen por decir. Y, en todo caso, cometer un error de tal magnitud, siempre tiene un precio. Y en su caso, lo mejor que podría hacer es dimitir. Al fin y al cabo, no se entiende que se mantenga como parlamentario, cobrando, eso sí, de un sistema al que no reconoce validez. Ni al sistema, ni a la Constitución ni al propio Rey.

Haría bien en irse y dejar su escaño vacante. Sería ocupado por otra persona que sí aceptase nuestra Monarquía, nuestra Constitución y la Democracia en general. Es lo deseable. Usted siga con su absurda lucha, guerra o como quiera llamarlo, pero no en el Congreso. Allí no. No es lugar apropiado para usted.