LA VISITA DEL TÉCNICO EN CALEFACCIONES DE GASOIL.
Como todos los años por estas fechas, nuestra caldera tiende a pararse. Este hecho se repite, de forma sistemática, al menos una vez al año. Parece ser que este tipo de calderas, necesita una revisión anual para mantenimiento y limpieza. Hasta aquí, todo más o menos normal.
En esta ocasión y antes que dar lugar a que se detuviera del todo, avisamos al servicio técnico. Al día siguiente, porque otra cosa no, pero rápidos lo son y mucho, jajaja, sobre las tres de la tarde, se presenta el técnico en cuestión.
Se trataba de un chaval de unos 22 o 23 años. No era el de siempre. Me contó que éste se había independizado. Y también que sabía que era él quien había estado la última vez, pues, según comentó, tiene costumbre de apretar muy fuerte los tornillos. Y los de mi caldera lo estaban. Tuvo que esforzarse bastante para quitarlos.
Pasados no más de 20 minutos y tras derramar unos cuantos litros de combustible, y no poco hollín, por todo el garaje, incluida la jaula de nuestro conejo de angora, Peluche, jajaja, me comunicó que había terminado y que la caldera quedaba en óptimas condiciones de funcionamiento. Además, según pude ver, metió en ella una especie de barrenos ( más parecían cartuchos de dinamita procedentes de la II Guerra Mundial, jajaja ), que me dijo eran para limpiar bien la chimenea. Que no me preocupara si, en las próximas horas, olía un poco como a azufre. Que era normal.
Durante esos 20 minutos me pidió un poco de todo: paños para limpiar, bolsas de basura, ...., y, cuando iba a rellenar la factura, hasta un bolígrafo, pues me dijo que el único que tenia, se lo había dejado olvidado. Tras varios viajes del garaje a mi vivienda ( encima hay que subir y bajar escaleras, jajaja ), pacientemente le suministré todo lo que me solicitaba. Pensé en no darle el bolígrafo, pues sin él, le hubiera sido imposible cobrar. Pero fui bueno.
El importe: 90 Euros del vellón, jajaja. Por 20 minutillos. ¡¡¡ Hay que ver lo rentable que les sale la hora de trabajo a esta gente !!!, jajaja.
Pues bien, en cuanto le pagué, cogió el coche y se fue. ¡¡¡ Menos mal que tenía su móvil grabado en el teléfono de casa !!!. No pasaron ni cinco minutos y la caldera se volvió a parar, y no había Dios que la encendiera. O sea, peor que antes de que hubiese venido tan competente técnico, jajaja.
No me puso problema. Me dijo que, en ese mismo momento, daba la vuelta. Así lo hizo. Volvió a desmontarla y resulta que se había quedado suelto justo el cable que hacía que saltara la chispa para que se quemase el gasoil. Su excompañero apretaba mucho los tornillos y él se dejaba sueltos los cables. No sé que será peor, jajaja.
Lo cierto es que fue bastante amable. Me contó que estaba un poco hasta las narices del trabajo y que se moría de ganas por llegar a casa y ponerse a jugar a la Play Station, jajajajajaja. Que este Puente, su pusiera como se pusiese su jefe y aunque se parasen todas las calderas de la Comunidad de Madrid, él no iba a trabajar. Que ya lo tuvo que hacer el sábado anterior y que no estaba dispuesto a que le tomase por el “ pito del sereno “. Muy seguro de sí mismo, sí señor. Espero que esa seguridad sea la misma que haya empleado, a la hora de dejar bien arreglada mi caldera, jajaja.
En fin. No sé, pero me da que, en esta ocasión, nuestra próxima llamada al servicio técnico, no será dentro de un año. Como mucho, mucho, no más de un par de meses, jajajajaja. Eso, si los barrenos esos no nos dejan con media casa al aire, jajaja.
En esta ocasión y antes que dar lugar a que se detuviera del todo, avisamos al servicio técnico. Al día siguiente, porque otra cosa no, pero rápidos lo son y mucho, jajaja, sobre las tres de la tarde, se presenta el técnico en cuestión.
Se trataba de un chaval de unos 22 o 23 años. No era el de siempre. Me contó que éste se había independizado. Y también que sabía que era él quien había estado la última vez, pues, según comentó, tiene costumbre de apretar muy fuerte los tornillos. Y los de mi caldera lo estaban. Tuvo que esforzarse bastante para quitarlos.
Pasados no más de 20 minutos y tras derramar unos cuantos litros de combustible, y no poco hollín, por todo el garaje, incluida la jaula de nuestro conejo de angora, Peluche, jajaja, me comunicó que había terminado y que la caldera quedaba en óptimas condiciones de funcionamiento. Además, según pude ver, metió en ella una especie de barrenos ( más parecían cartuchos de dinamita procedentes de la II Guerra Mundial, jajaja ), que me dijo eran para limpiar bien la chimenea. Que no me preocupara si, en las próximas horas, olía un poco como a azufre. Que era normal.
Durante esos 20 minutos me pidió un poco de todo: paños para limpiar, bolsas de basura, ...., y, cuando iba a rellenar la factura, hasta un bolígrafo, pues me dijo que el único que tenia, se lo había dejado olvidado. Tras varios viajes del garaje a mi vivienda ( encima hay que subir y bajar escaleras, jajaja ), pacientemente le suministré todo lo que me solicitaba. Pensé en no darle el bolígrafo, pues sin él, le hubiera sido imposible cobrar. Pero fui bueno.
El importe: 90 Euros del vellón, jajaja. Por 20 minutillos. ¡¡¡ Hay que ver lo rentable que les sale la hora de trabajo a esta gente !!!, jajaja.
Pues bien, en cuanto le pagué, cogió el coche y se fue. ¡¡¡ Menos mal que tenía su móvil grabado en el teléfono de casa !!!. No pasaron ni cinco minutos y la caldera se volvió a parar, y no había Dios que la encendiera. O sea, peor que antes de que hubiese venido tan competente técnico, jajaja.
No me puso problema. Me dijo que, en ese mismo momento, daba la vuelta. Así lo hizo. Volvió a desmontarla y resulta que se había quedado suelto justo el cable que hacía que saltara la chispa para que se quemase el gasoil. Su excompañero apretaba mucho los tornillos y él se dejaba sueltos los cables. No sé que será peor, jajaja.
Lo cierto es que fue bastante amable. Me contó que estaba un poco hasta las narices del trabajo y que se moría de ganas por llegar a casa y ponerse a jugar a la Play Station, jajajajajaja. Que este Puente, su pusiera como se pusiese su jefe y aunque se parasen todas las calderas de la Comunidad de Madrid, él no iba a trabajar. Que ya lo tuvo que hacer el sábado anterior y que no estaba dispuesto a que le tomase por el “ pito del sereno “. Muy seguro de sí mismo, sí señor. Espero que esa seguridad sea la misma que haya empleado, a la hora de dejar bien arreglada mi caldera, jajaja.
En fin. No sé, pero me da que, en esta ocasión, nuestra próxima llamada al servicio técnico, no será dentro de un año. Como mucho, mucho, no más de un par de meses, jajajajaja. Eso, si los barrenos esos no nos dejan con media casa al aire, jajaja.
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