2.010 : EL AÑO QUE VIVIREMOS PELIGROSAMENTE.
“ El año que vivimos peligrosamente “ ( protagonizada por Mel Gibson, Sigourney Weaver y Linda Hunt ), es el título de una excelente película dirigida, hace ya muchos años, por el siempre interesante director australiano Peter Weir. Y, por supuesto, describe a la perfección, la muy delicada situación que los españolitos viviremos durante este año que acaba de comenzar.
Ahora, al menos en los últimos días, ya parece que el Gobierno admite haberse equivocado en sus cálculos al respecto y se empieza a barajar la cifra de 5 añitos, a la hora de fijar una fecha en la que salir de la ya famosa crisis.
Lo que no sé es si han caído en la cuenta de que muchos no podrán aguantar esos cinco años sin salir del pozo en el que se han metido ( hasta las cejas, por cierto ). Ni cinco, ni cuatro, ni tres, ni dos. Ni tan siquiera uno. Muchas familias irán a la ruina más absoluta, antes de que acabe este año. Otras, lamentablemente, ya lo están.
Productos y servicios de primera necesidad, como la gasolina, el gas-oil, la luz, el agua, ..., impuestos y tasas varias, como la contribución ( I.B.I. ), basura, intereses bancarios, retenciones, I.R.P.F., I.V.A. ( subida ésta que afectará, de forma directa, a los bolsillos de todos y cada uno de los españoles ), seguirán subiendo.
Y es lógico. Cada vez quedan menos ciudadanos trabajando y, a su vez, más engrosando las filas de parados. Más a mantener y menos a contribuir. Una situación realmente insostenible.
Plasmaré aquí sólo algunas cifras y ejemplos, realmente significativos a la hora de valorar la verdadera magnitud del problema al que nos enfrentamos:
1.- Los parados cuestan ya al Estado ( y, por lo tanto, a los españoles que aún conservan su puesto de trabajo ), la nada despreciable cantidad de 2.700 millones de euros al mes. ¡¡¡ DE EUROS, NO DE PESETAS, Y AL MES !!!.
2.- El déficit público supera ya los 80.000 millones de euros. Sin contar los intereses que esa deuda genera a diario ( los ingresos públicos actuales, a duras penas llegan para pagar los mencionados intereses ). ¡¡¡ 80.000 MILLONES DE EUROS !!!. Lo pondría en pesetas, pero no cabe en una sola línea y, además, mi calculadora tampoco tiene tantos dígitos.
3.- Según los comunicados oficiales, andamos ya muy cerca de los 5 millones de parados. En mi modesta opinión, y dado que algo me dice que no están contabilizando las decenas de miles de autónomos que se han dado ya de baja a estas alturas, seguro que hemos sobrepasado, y con mucho, esa, ya de por sí, desmesurada cifra.
4.- En un informe, elaborado en el extranjero, que acabo de leer, opinan que las viviendas españolas siguen sobrevaloradas, y, por lo tanto, aún deben bajar casi un 50 %, para alcanzar su valor real. Es decir, que el que hace tres o cuatro años tenía un piso que costaba 30 millones de pesetas, siempre según este informe, para conseguir venderlo, lo tendría que rebajar prácticamente a la mitad.
5.- Se dan ayudas, a todas luces insuficientes, a los parados, pero ninguna a los empresarios que, al fin y al cabo, son los únicos capaces de volver a generar empleo. Es más, se les intenta, por parte de algunos sectores, responsabilizar y culpar de haber llegado a la tremenda situación actual.
6.- Está aumentando, a marchas forzadas, el mercado negro, tanto de trabajo como de bienes de consumo. Cuando el subsidio por desempleo es insuficiente para cubrir las necesidades de una familia, o incluso llega a desaparecer, sus integrantes, si no quieren ponerse a robar, se ven forzados a hacer uso de él, para seguir malviviendo y mantener su casa y a sus seres queridos. También es cierto que, otros, que se aprovechan de cualquier situación, también lo hacen ahora, y además de cobrar su sueldo o subsidio, incrementan sus ingresos con trabajillos extras, realizados en la más absoluta y desvergonzada ilegalidad. Los más valientes y despreocupados, se embarcan en operaciones y negocios igualmente ilícitos. Lo que sea con tal de ganar dinerito fresco.
Mientras, unos cuantos ( incluidos muchos de nuestros políticos y hombres de Estado ), siguen forrándose. Nos enteramos ( aunque sería preferible no hacerlo ) de los sueldos de algunos de ellos. Sabemos que el Presidente de Caja Madrid, por poner un ejemplo, cobra, de sueldo base, un millón de euros al mes ( más bonus, dietas, ... ). Que la señora Pajín recibe un salario de , euro arriba, euro abajo, 24.000 euros. Que los continuos viajes de nuestra clase política, nos cuestan millones de euros al mes. El importe robado por corruptos, tanto de izquierdas como de derechas, es incalculable. Algunos son detenidos, pero del dinero no se vuelve a saber nada. Y otros, sin miedo alguno a pesar de ver a sus compañeros procesados, siguen trincando todo lo que pueden y más.
Otros, como Doña Esperanza Aguirre, no dudan en afirmar, de una forma absoluta y preocupantemente irresponsable, que le cuesta mucho llegar a fin de mes. Si es mentira, que así lo supongo, lo considero una falta de respeto hacia sus conciudadanos. Pero, y aún sería peor, de resultar cierto, y teniendo en cuenta sus nada despreciables ingresos y el presunto patrimonio de su marido, no creo que sea la mejor imagen que debiera ofrecer la Presidenta de una Comunidad Autónoma que, como el resto de las españolas, se encuentra viviendo una crisis económica tan profunda. ¿ Qué pensarán, al respecto de esas palabras, aquellas familias cuyos ingresos mensuales no superan los 1.000 euros ?.
El Gobierno del señor Zapatero no sabe cómo salir de la crisis. Ésta es la escandalosa y espeluznante realidad, Pero hay algo que aún es peor si cabe. La oposición tampoco. Don Mariano Rajoy ha demostrado que vale para repartir un suculento cocido gallego entre los que acudían a comer, por falta de recursos propios, a un comedor social ( estos locales son los únicos que han experimentando un más que considerable incremento en su clientela habitual ). También es conocedor del precio de “ las chuches “. Pero ideas para salir de esta preocupante situación, me da en la nariz que tiene más bien pocas.
A todo ese embrollo, hay que sumarle la irresponsabilidad de buena parte de la sociedad española a la hora de adaptarse a su situación económica real. Como parece ser que no nos lo creemos del todo, y yo, aunque hable mucho del tema, también me incluyo, seguimos manteniendo, unos más y otros menos, el mismo ritmo de vida que hace unos años. Encima, nos encontramos con muchos productos cuyo precio ha disminuido considerablemente ( pantallas planas, ordenadores, consolas, teléfonos, impresoras, ..., incluso vehículos ), y no resistimos la tentación de hacernos con unos cuántos ( con independencia de que los necesitemos o no ).
Un ejemplo. Estas Navidades, los días de Navidad y Año Nuevo, hemos ido al cine con los niños y, después, a cenar.
En Navidad, al no encontrar entradas para la peli que queríamos ver, Avatar en 3 dimensiones, jugamos una partida de bolos ( que, por cierto, ganó mi cuñada, como todos los años ), y cenamos en un Vips. Debemos tener en cuenta que los Vips no son precisamente restaurantes de lujo. Pues bien, dos raciones de tortitas con nata, dos batidos, dos sandwiches, dos refrescos, una botella de agua, dos helados, y una ración de tarta, consiguieron que el importe de la factura rondara los 55 euros. Es decir, y para resumir, unas 10.000 de nuestras añoradas pesetillas, en tortitas y batidos. No está mal, ¿ a que no ?.
El día de Año Nuevo, tuvimos más suerte ( o menos, según se mire ), y conseguimos las entradas. 5 entradas de cine = 53 Euros. Una verdadera ganga vamos. Ambos días, las salas estaban hasta arriba de gente, A la salida, y dado que no había ningún otro establecimiento abierto, repetimos en Vips ( ya os haréis una idea de lo que nos costó pasar la tarde allí ).
Como ya imagino que todos los que leáis estas líneas habréis tenido oportunidad de visitar algún centro comercial estas pasadas Navidades, no me extenderé en reflexionar al respecto del número de personas que por ellos habrán pasado. Da la sensación de que más de uno vive allí más que en su propia casa.
Si, además de lo expuesto, nos paramos a pensar un poquito, en la situación por la que atraviesa, desde hace ya años, nuestro maltrecho sistema educativo ( con tasas de abandono y fracaso escolar nunca antes vistas ), el problema, nunca resuelto, de la inmigración, en el incremento imparable de robos y delitos varios, en la violencia, de género y no tan de género, que también se está disparando a lo largo y ancho de nuestro País, en la auténtica “ bazofia y basura “ que impregna las parrillas televisivas de las distintas cadenas, en la pérdida de valores como el respeto, la educación, la honradez, y en ese estado de crispación en el que parece vivir buena parte de nuestra sociedad, ¿ debemos estar preocupados o no ?.
Yo creo que sí.
Por último, noticias que llegan a mis oídos, como que el sistema sanitario público va a dejar de ser gratuito en breve ( habrá que pagar como si de una sociedad médica privada se tratase ), que los que aún nos quedan varios años para la jubilación, no llegaremos a cobrarla ( esto ya lo sabía hace más de 10 años ), o que los jubilados actuales verán reducida la suya, muy probablemente, antes de finalizar el año, no consiguen sino intranquilizarme aún más.
Otro día, explicaré mi teoría acerca del sistema público de jubilación español y, por supuesto, el de los planes de pensiones privados, que demuestra, con todo detalle, la razón por la que muchos de nosotros, nunca llegaremos a percibir pensión alguna. Por hoy, pienso que ya es suficiente.
Insisto, no me considero una persona negativa. Realista sí, pero no negativa. Lo que ocurre es que la situación actual no es, ni mucho menos, halagüeña.
Nos toca vivir un año realmente, y en muchos sentidos, peligroso. Pero lo superaremos, estoy seguro. O eso es lo que prefiero pensar.
Ahora, al menos en los últimos días, ya parece que el Gobierno admite haberse equivocado en sus cálculos al respecto y se empieza a barajar la cifra de 5 añitos, a la hora de fijar una fecha en la que salir de la ya famosa crisis.
Lo que no sé es si han caído en la cuenta de que muchos no podrán aguantar esos cinco años sin salir del pozo en el que se han metido ( hasta las cejas, por cierto ). Ni cinco, ni cuatro, ni tres, ni dos. Ni tan siquiera uno. Muchas familias irán a la ruina más absoluta, antes de que acabe este año. Otras, lamentablemente, ya lo están.
Productos y servicios de primera necesidad, como la gasolina, el gas-oil, la luz, el agua, ..., impuestos y tasas varias, como la contribución ( I.B.I. ), basura, intereses bancarios, retenciones, I.R.P.F., I.V.A. ( subida ésta que afectará, de forma directa, a los bolsillos de todos y cada uno de los españoles ), seguirán subiendo.
Y es lógico. Cada vez quedan menos ciudadanos trabajando y, a su vez, más engrosando las filas de parados. Más a mantener y menos a contribuir. Una situación realmente insostenible.
Plasmaré aquí sólo algunas cifras y ejemplos, realmente significativos a la hora de valorar la verdadera magnitud del problema al que nos enfrentamos:
1.- Los parados cuestan ya al Estado ( y, por lo tanto, a los españoles que aún conservan su puesto de trabajo ), la nada despreciable cantidad de 2.700 millones de euros al mes. ¡¡¡ DE EUROS, NO DE PESETAS, Y AL MES !!!.
2.- El déficit público supera ya los 80.000 millones de euros. Sin contar los intereses que esa deuda genera a diario ( los ingresos públicos actuales, a duras penas llegan para pagar los mencionados intereses ). ¡¡¡ 80.000 MILLONES DE EUROS !!!. Lo pondría en pesetas, pero no cabe en una sola línea y, además, mi calculadora tampoco tiene tantos dígitos.
3.- Según los comunicados oficiales, andamos ya muy cerca de los 5 millones de parados. En mi modesta opinión, y dado que algo me dice que no están contabilizando las decenas de miles de autónomos que se han dado ya de baja a estas alturas, seguro que hemos sobrepasado, y con mucho, esa, ya de por sí, desmesurada cifra.
4.- En un informe, elaborado en el extranjero, que acabo de leer, opinan que las viviendas españolas siguen sobrevaloradas, y, por lo tanto, aún deben bajar casi un 50 %, para alcanzar su valor real. Es decir, que el que hace tres o cuatro años tenía un piso que costaba 30 millones de pesetas, siempre según este informe, para conseguir venderlo, lo tendría que rebajar prácticamente a la mitad.
5.- Se dan ayudas, a todas luces insuficientes, a los parados, pero ninguna a los empresarios que, al fin y al cabo, son los únicos capaces de volver a generar empleo. Es más, se les intenta, por parte de algunos sectores, responsabilizar y culpar de haber llegado a la tremenda situación actual.
6.- Está aumentando, a marchas forzadas, el mercado negro, tanto de trabajo como de bienes de consumo. Cuando el subsidio por desempleo es insuficiente para cubrir las necesidades de una familia, o incluso llega a desaparecer, sus integrantes, si no quieren ponerse a robar, se ven forzados a hacer uso de él, para seguir malviviendo y mantener su casa y a sus seres queridos. También es cierto que, otros, que se aprovechan de cualquier situación, también lo hacen ahora, y además de cobrar su sueldo o subsidio, incrementan sus ingresos con trabajillos extras, realizados en la más absoluta y desvergonzada ilegalidad. Los más valientes y despreocupados, se embarcan en operaciones y negocios igualmente ilícitos. Lo que sea con tal de ganar dinerito fresco.
Mientras, unos cuantos ( incluidos muchos de nuestros políticos y hombres de Estado ), siguen forrándose. Nos enteramos ( aunque sería preferible no hacerlo ) de los sueldos de algunos de ellos. Sabemos que el Presidente de Caja Madrid, por poner un ejemplo, cobra, de sueldo base, un millón de euros al mes ( más bonus, dietas, ... ). Que la señora Pajín recibe un salario de , euro arriba, euro abajo, 24.000 euros. Que los continuos viajes de nuestra clase política, nos cuestan millones de euros al mes. El importe robado por corruptos, tanto de izquierdas como de derechas, es incalculable. Algunos son detenidos, pero del dinero no se vuelve a saber nada. Y otros, sin miedo alguno a pesar de ver a sus compañeros procesados, siguen trincando todo lo que pueden y más.
Otros, como Doña Esperanza Aguirre, no dudan en afirmar, de una forma absoluta y preocupantemente irresponsable, que le cuesta mucho llegar a fin de mes. Si es mentira, que así lo supongo, lo considero una falta de respeto hacia sus conciudadanos. Pero, y aún sería peor, de resultar cierto, y teniendo en cuenta sus nada despreciables ingresos y el presunto patrimonio de su marido, no creo que sea la mejor imagen que debiera ofrecer la Presidenta de una Comunidad Autónoma que, como el resto de las españolas, se encuentra viviendo una crisis económica tan profunda. ¿ Qué pensarán, al respecto de esas palabras, aquellas familias cuyos ingresos mensuales no superan los 1.000 euros ?.
El Gobierno del señor Zapatero no sabe cómo salir de la crisis. Ésta es la escandalosa y espeluznante realidad, Pero hay algo que aún es peor si cabe. La oposición tampoco. Don Mariano Rajoy ha demostrado que vale para repartir un suculento cocido gallego entre los que acudían a comer, por falta de recursos propios, a un comedor social ( estos locales son los únicos que han experimentando un más que considerable incremento en su clientela habitual ). También es conocedor del precio de “ las chuches “. Pero ideas para salir de esta preocupante situación, me da en la nariz que tiene más bien pocas.
A todo ese embrollo, hay que sumarle la irresponsabilidad de buena parte de la sociedad española a la hora de adaptarse a su situación económica real. Como parece ser que no nos lo creemos del todo, y yo, aunque hable mucho del tema, también me incluyo, seguimos manteniendo, unos más y otros menos, el mismo ritmo de vida que hace unos años. Encima, nos encontramos con muchos productos cuyo precio ha disminuido considerablemente ( pantallas planas, ordenadores, consolas, teléfonos, impresoras, ..., incluso vehículos ), y no resistimos la tentación de hacernos con unos cuántos ( con independencia de que los necesitemos o no ).
Un ejemplo. Estas Navidades, los días de Navidad y Año Nuevo, hemos ido al cine con los niños y, después, a cenar.
En Navidad, al no encontrar entradas para la peli que queríamos ver, Avatar en 3 dimensiones, jugamos una partida de bolos ( que, por cierto, ganó mi cuñada, como todos los años ), y cenamos en un Vips. Debemos tener en cuenta que los Vips no son precisamente restaurantes de lujo. Pues bien, dos raciones de tortitas con nata, dos batidos, dos sandwiches, dos refrescos, una botella de agua, dos helados, y una ración de tarta, consiguieron que el importe de la factura rondara los 55 euros. Es decir, y para resumir, unas 10.000 de nuestras añoradas pesetillas, en tortitas y batidos. No está mal, ¿ a que no ?.
El día de Año Nuevo, tuvimos más suerte ( o menos, según se mire ), y conseguimos las entradas. 5 entradas de cine = 53 Euros. Una verdadera ganga vamos. Ambos días, las salas estaban hasta arriba de gente, A la salida, y dado que no había ningún otro establecimiento abierto, repetimos en Vips ( ya os haréis una idea de lo que nos costó pasar la tarde allí ).
Como ya imagino que todos los que leáis estas líneas habréis tenido oportunidad de visitar algún centro comercial estas pasadas Navidades, no me extenderé en reflexionar al respecto del número de personas que por ellos habrán pasado. Da la sensación de que más de uno vive allí más que en su propia casa.
Si, además de lo expuesto, nos paramos a pensar un poquito, en la situación por la que atraviesa, desde hace ya años, nuestro maltrecho sistema educativo ( con tasas de abandono y fracaso escolar nunca antes vistas ), el problema, nunca resuelto, de la inmigración, en el incremento imparable de robos y delitos varios, en la violencia, de género y no tan de género, que también se está disparando a lo largo y ancho de nuestro País, en la auténtica “ bazofia y basura “ que impregna las parrillas televisivas de las distintas cadenas, en la pérdida de valores como el respeto, la educación, la honradez, y en ese estado de crispación en el que parece vivir buena parte de nuestra sociedad, ¿ debemos estar preocupados o no ?.
Yo creo que sí.
Por último, noticias que llegan a mis oídos, como que el sistema sanitario público va a dejar de ser gratuito en breve ( habrá que pagar como si de una sociedad médica privada se tratase ), que los que aún nos quedan varios años para la jubilación, no llegaremos a cobrarla ( esto ya lo sabía hace más de 10 años ), o que los jubilados actuales verán reducida la suya, muy probablemente, antes de finalizar el año, no consiguen sino intranquilizarme aún más.
Otro día, explicaré mi teoría acerca del sistema público de jubilación español y, por supuesto, el de los planes de pensiones privados, que demuestra, con todo detalle, la razón por la que muchos de nosotros, nunca llegaremos a percibir pensión alguna. Por hoy, pienso que ya es suficiente.
Insisto, no me considero una persona negativa. Realista sí, pero no negativa. Lo que ocurre es que la situación actual no es, ni mucho menos, halagüeña.
Nos toca vivir un año realmente, y en muchos sentidos, peligroso. Pero lo superaremos, estoy seguro. O eso es lo que prefiero pensar.
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