LA CRISIS ECONÓMICA TAMBIÉN TIENE SUS VENTAJAS.
Como siempre me ha gustado mantener un punto de vista positivo, a la hora de hacer frente a los problemas que la vida indudablemente conlleva, e intentar ver el lado bueno, que casi siempre lo hay, de los temas que, en principio, pudieran parecer no tenerlo, hoy voy a detallar una serie de ventajas que, aunque pueda parecer mentira, conlleva la actual crisis económica en la los sufridos españolitos nos encontramos sumergidos ( hasta el cuello, eso sí ). Vamos allá:
PRIMERA.- Si, por desgracia, pasamos a engrosar las largas hordas de desempleados que acuden a diario a las Oficinas del INEM, en busca de trabajo, podemos consolarnos al pensar que somos muchos los que nos encontramos en tan difícil situación., y que, si hemos sido despedidos, no ha sido por nuestra culpa, sino por la de esta maldita recesión. Además, aunque nuestros ingresos se reducirán de forma drástica, obtendremos ayudas, y hasta bonificaciones, a la hora de pagar los recibos de la luz, teléfono, impuestos y tasas varias. No tendremos un céntimo, seguiremos en la ruina, pero bonificaciones no nos van a faltar.
SEGUNDA.- No perderemos más tiempo en el caso de habernos planteado un cambio de vivienda. ¿ Para qué ?. Salvo que seamos terratenientes, los Bancos no nos darán el necesario préstamo hipotecario. Por otro lado, y aunque queramos ayudarnos mediante la venta de nuestra antigua vivienda, nos las vamos a ver y desear a la hora de encontrar comprador. Y si, milagrosamente, nos cayera uno del cielo ( que es la única forma de encontrarlo ), tendríamos que venderla casi regalada y volver a endeudarnos hasta las cejas para pagar la nueva. Conclusión: no nos quedará más remedio que continuar en nuestra casita de siempre, a la que tanto cariño tenemos y en la que, aunque nos pueda parecer lo contrario, tan a gusto nos encontramos.
TERCERA.- La crisis puede servir para fomentar buenos hábitos que algunos ya tenían casi olvidados. Leer un buen libro, escuchar música, pausada y placenteramente, en el sillón de nuestro salón, visionar esas películas de las que hace tantos años que no disfrutamos, ... . De paso, ahorraremos un buen dinerito y aprenderemos a disfrutar más de las posibilidades que nuestros hogares nos ofrecen y que, en muchas ocasiones, hacen innecesarias las salidas al exterior, en busca de un ocio con el que ya contamos en casita.
CUARTA.- También ayudará bastante a potenciar las relaciones paterno filiales, puesto que pasaremos mucho más tiempo en compañía de nuestros hijos, participando en sus actividades y juegos caseros. Una buena partidita de Trivial o Monopoly, es altamente recomendable a la hora de pasar una tarde bien entretenida y amena.
QUINTA.- Nos sobrará tiempo que decidar a ayudar a nuestros retoños en sus deberes escolares, lo que se traducirá, a buen seguro, en unos resultados académicos excelentes.
SEXTA.- Los lazos familiares se verán fortalecidos, pues se incrementarán las visitas a las moradas de nuestros parientes. ¿ Dónde mejor podemos pasar un buen día, que en la casa de nuestros familiares más directos y queridos ?.
SÉPTIMA.- Habrá muchos menos accidentes en los desplazamientos, ya sean terrestres, marítimos o aéreos. Es indudable que cada vez contamos con un menor presupuesto a la hora de plantearnos viajes, ya sean nacionales o al extranjero. El riesgo de que suframos algún accidente, se reducirá pues, de forma drástica.
OCTAVA.- Según pasen los meses, la posibilidad de intoxicarnos por consumo de alimentos en cualquier establecimiento hostelero, será también menor. Nuestros casi cinco millones de parados, no creo que puedan pensar en salir a comer mucho por ahí. Bastante suerte tendrán si consiguen mantener la despensa lo suficientemente llena como para alimentar a su familia en casa. Y los que aún no estamos en esa terrible situación, no podemos descartar el hecho, más que probable, de que podamos, en cualquier momento, pasar a formar parte del citado colectivo.
NOVENA.- Los precios están bajando. No los de nuestros recibos de agua, electricidad, gas, tributos, tasas, ..., ésos no. Ésos suben cada vez más y más. Pero los importes a pagar por artículos de consumo y ocio, están descendiendo de manera vertiginosa, como ya he comentado en algún post anterior. De esta forma, quiénes mantengan una situación económica saludable, se verán beneficiados con la crisis. Y cada vez más.
DÉCIMA.- Como cada vez quedará menos dinero, también los corruptos serán menos. Ya no quedará pasta que robar y, por lo tanto, con un poco de suerte, y abandonarán el “ lado oscuro “ y emprenderán con ganas el camino de la fuerza. Hacen falta más Obi-Wans y menos Darth Vaders.
UNDÉCIMA.- Por último, también conseguiremos estrechar aún más si cabe, nuestros vínculos amistosos con todas esas personas que conforman nuestro círculo social. Nada más entretenido que disfrutar de una cena casera con nuestros amigos ( unos entremeses y tortillitas serán suficientes ). Una partida de cartas tras la comida o cena, harán que ese día resulte inolvidable ( sobre todo si somos nosotros los ganadores ). Por supuesto, habrá que ir alternando el lugar de celebración de tan agradables reuniones, si no queremos terminar siendo unos auténticos gorrones.
Por lo tanto, no debemos quejarnos tanto del Gobierno, sino agradecer los innumerables beneficios que la crisis nos reportará. Y cada año que pase, serán más numerosos y suculentos, puesto que la recesión no ha hecho más que empezar. Lo mejor está aún por llegar.
PRIMERA.- Si, por desgracia, pasamos a engrosar las largas hordas de desempleados que acuden a diario a las Oficinas del INEM, en busca de trabajo, podemos consolarnos al pensar que somos muchos los que nos encontramos en tan difícil situación., y que, si hemos sido despedidos, no ha sido por nuestra culpa, sino por la de esta maldita recesión. Además, aunque nuestros ingresos se reducirán de forma drástica, obtendremos ayudas, y hasta bonificaciones, a la hora de pagar los recibos de la luz, teléfono, impuestos y tasas varias. No tendremos un céntimo, seguiremos en la ruina, pero bonificaciones no nos van a faltar.
SEGUNDA.- No perderemos más tiempo en el caso de habernos planteado un cambio de vivienda. ¿ Para qué ?. Salvo que seamos terratenientes, los Bancos no nos darán el necesario préstamo hipotecario. Por otro lado, y aunque queramos ayudarnos mediante la venta de nuestra antigua vivienda, nos las vamos a ver y desear a la hora de encontrar comprador. Y si, milagrosamente, nos cayera uno del cielo ( que es la única forma de encontrarlo ), tendríamos que venderla casi regalada y volver a endeudarnos hasta las cejas para pagar la nueva. Conclusión: no nos quedará más remedio que continuar en nuestra casita de siempre, a la que tanto cariño tenemos y en la que, aunque nos pueda parecer lo contrario, tan a gusto nos encontramos.
TERCERA.- La crisis puede servir para fomentar buenos hábitos que algunos ya tenían casi olvidados. Leer un buen libro, escuchar música, pausada y placenteramente, en el sillón de nuestro salón, visionar esas películas de las que hace tantos años que no disfrutamos, ... . De paso, ahorraremos un buen dinerito y aprenderemos a disfrutar más de las posibilidades que nuestros hogares nos ofrecen y que, en muchas ocasiones, hacen innecesarias las salidas al exterior, en busca de un ocio con el que ya contamos en casita.
CUARTA.- También ayudará bastante a potenciar las relaciones paterno filiales, puesto que pasaremos mucho más tiempo en compañía de nuestros hijos, participando en sus actividades y juegos caseros. Una buena partidita de Trivial o Monopoly, es altamente recomendable a la hora de pasar una tarde bien entretenida y amena.
QUINTA.- Nos sobrará tiempo que decidar a ayudar a nuestros retoños en sus deberes escolares, lo que se traducirá, a buen seguro, en unos resultados académicos excelentes.
SEXTA.- Los lazos familiares se verán fortalecidos, pues se incrementarán las visitas a las moradas de nuestros parientes. ¿ Dónde mejor podemos pasar un buen día, que en la casa de nuestros familiares más directos y queridos ?.
SÉPTIMA.- Habrá muchos menos accidentes en los desplazamientos, ya sean terrestres, marítimos o aéreos. Es indudable que cada vez contamos con un menor presupuesto a la hora de plantearnos viajes, ya sean nacionales o al extranjero. El riesgo de que suframos algún accidente, se reducirá pues, de forma drástica.
OCTAVA.- Según pasen los meses, la posibilidad de intoxicarnos por consumo de alimentos en cualquier establecimiento hostelero, será también menor. Nuestros casi cinco millones de parados, no creo que puedan pensar en salir a comer mucho por ahí. Bastante suerte tendrán si consiguen mantener la despensa lo suficientemente llena como para alimentar a su familia en casa. Y los que aún no estamos en esa terrible situación, no podemos descartar el hecho, más que probable, de que podamos, en cualquier momento, pasar a formar parte del citado colectivo.
NOVENA.- Los precios están bajando. No los de nuestros recibos de agua, electricidad, gas, tributos, tasas, ..., ésos no. Ésos suben cada vez más y más. Pero los importes a pagar por artículos de consumo y ocio, están descendiendo de manera vertiginosa, como ya he comentado en algún post anterior. De esta forma, quiénes mantengan una situación económica saludable, se verán beneficiados con la crisis. Y cada vez más.
DÉCIMA.- Como cada vez quedará menos dinero, también los corruptos serán menos. Ya no quedará pasta que robar y, por lo tanto, con un poco de suerte, y abandonarán el “ lado oscuro “ y emprenderán con ganas el camino de la fuerza. Hacen falta más Obi-Wans y menos Darth Vaders.
UNDÉCIMA.- Por último, también conseguiremos estrechar aún más si cabe, nuestros vínculos amistosos con todas esas personas que conforman nuestro círculo social. Nada más entretenido que disfrutar de una cena casera con nuestros amigos ( unos entremeses y tortillitas serán suficientes ). Una partida de cartas tras la comida o cena, harán que ese día resulte inolvidable ( sobre todo si somos nosotros los ganadores ). Por supuesto, habrá que ir alternando el lugar de celebración de tan agradables reuniones, si no queremos terminar siendo unos auténticos gorrones.
Por lo tanto, no debemos quejarnos tanto del Gobierno, sino agradecer los innumerables beneficios que la crisis nos reportará. Y cada año que pase, serán más numerosos y suculentos, puesto que la recesión no ha hecho más que empezar. Lo mejor está aún por llegar.
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