UN DELINCUENTE ENCERRADO EN LA PRISIÓN DE SALAMANCA, SOLICITA SU EXCARCELACIÓN EN BASE A SU BAJA ESTATURA.

Luis L.G., de 31 años de edad, presuntamente perteneciente al Clan de los Paturros y pariente de los Monchines, ¡¡¡ que vaya nombres, por Dios !!!, recluido en un centro penitenciario de Valladolid, y acusado de un igualmente presunto delito de tráfico de drogas, ha exigido su excarcelación inmediata. Fundamenta tan inusitada petición, en su baja estatura ( 1,10 metros ), y en que la prisión no reúne unas mínimas condiciones que le permitan cumplir adecuadamente con su obligada e impuesta privación de libertad.

Resulta que no alcanza a ningún lado : ni al botón de la ducha, ni al grifo de los lavabos, ni al inodoro, ... . Cuando acude a la ducha, es de suponer que a diario, tiene que ir acompañado de un compañero de desdichas carcelarias, y éste le tiene que coger en brazos, con, según sus propias palabras, la humillación que ello conlleva.

También dice que no puede hacerse ni la cama. Desconozco si en esa prisión, las camas son flotantes o bien se encuentran atornilladas a varios metros del suelo, porque, en otro caso, no entiendo qué problema encuentra a la hora de estirar las sábanas y mantas. Hay niños con esa estatura que se la hacen a diario. Y en lo que al inodoro respecta, tampoco imagino el problema, salvo que, claro está, también los hubieran instalado en el techo de las celdas.

Comenta que tampoco alcanza a las ventanas y que existen un montón de barreras arquitectónicas insuperables. Yo no sé si ese hombrecito y yo hablamos de lo mismo.

Según entiendo, una prisión debe perseguir varios propósitos : ser la residencia oficial de los señores malhechores, contribuir, ¿ cómo no ? a su deseable reinserción ( algo bastante complicado e improbable en los tiempos que corren ), y, por encima de todo, y a pesar de la opinión de este presunto delincuente bajito, conseguir que todos sus forzosos inquilinos cumplan íntegramente la condena, abortando esos, por otro lado, lógicos y regulares intentos de fuga por su parte.

¿¿¿ Barreras arquitectónicas dice ???. Pues claro que las prisiones cuentan con barreras, ..., y con muros, rejas, torres, ..., lo que sea con tal de impedir las fugas mencionadas.

Si tan mal lo está pasando, debería haberlo pensado antes y no haberse dedicado, presuntamente, a vender drogas y a infringir la ley. Por supuesto, lo que se pueda hacer para que su estancia en la prisión sea más llevadera, pues será necesario realizarlo.

Pero también hay que tener en cuenta que ese enanismo que padece, no le ha impedido vivir en un piso de una Urbanización de lujo, que, por cierto, carece de infraestructuras para tales personas. Tampoco le ha impedido ser el flamante propietario de dos berlinas de lujo ( Mercedes y BMW ).

Y, por último, quiero resaltar que el señorito, tiene una novia de casi dos metros de altura que, por lo tanto, supone, en sí misma, una barrera arquitectónica de cuidado. Y mira por dónde, al parecer, se las apaña bastante bien con ella y la hace muy feliz.

¡¡¡ Y ahora le preocupa no poder tirar de la cadena del inodoro !!!. ¿¿¿ Cómo le daba un beso en el morrete a su novia ???. ¿¿¿ A saltos ???. ¿¿¿ Con un trampolín ???. Pues que emplee la misma técnica en el baño y en la ducha de la prisión. Faltaría más. Además cuenta con una importante ventaja en la que no habrá caido. Cuando se encuentre en los baños, si se le cae la pastilla de jabón al suelo, con las temibles consecuencias que tal descuido puede conllevar, no le será necesario agacharse. Hay que pensar siempre en positivo.

De momento, su estratagema no ha dado el resultado que esperaba, así que no le quedará más remedio que seguir encerrado. Seguro que no encuentra barrera alguna a la hora de sus casi seguros encuentros “ bis a bis “ con su exuberante y altísima novia. Más de una visita le habrá hecho ya. También se le puede plantear que sea ella la que le empine en la ducha y la que haga y deshaga su cama. Ya os digo yo que a eso no se va a negar.