LAS VACACIONES Y LA CRISIS.
Habría que ir empezando a creer en las esperanzadoras palabras de nuestro querido Presidente, el Sr. Zapatero, en relación con la crisis. A simple vista, se diría que no la hay. O por lo menos, muchos lo disimulan bastante bien.
Establecimientos de hostelería llenos a diario. Hoteles llenos en nuestras costas. Eso de que la gente no tiene dinero, parece que no se corresponde con la realidad. O efectivamente es así, o es que algunos españolitos no tienen cabeza.
Yo más bien me inclino a pensar que es por lo segundo.
Está claro que muchas personas, aunque vean su futuro laboral peligrar, o mermados considerablemente sus ingresos mensuales, no se van a cortar tampoco este año, a la hora de irse de vacaciones. Luego algunos se pasan el año quejándose de su infeliz situación, de lo mal que les tratan sus jefes, de lo bien que viven los demás, y de lo injusta que es con ellos la vida. Pero ahora, de momento, sus quince o veinte días de vacaciones fuera de casita, no se los quita nadie.
Si tienen que pagar esas vacaciones a plazos, pues las pagan, aunque el último lo tengan que abonar allá por diciembre.
Sin embargo, por fortuna, también conozco a otros, gente trabajadora, con mayor o menos suerte en la vida, aunque siempre que se cuente con salud, opino que hay que pensar que sí se tiene suerte, que, a pesar de pasarse el año trabajando doce horas diarias, no les queda más remedio que quedarse en su casita, y así ayudar a que el resto del año no se vean tan apurados como los otros inconscientes. Acepta su situación y son consecuentes con ella. Gente responsable.
De todas formas, las vacaciones habría que entenderlas como lo que son. Un período de descanso, para estar con tus seres queridos, sin importar dónde. Puede ser en las Islas Canarias, si es posible, pero también puedes disfrutar, perfectamente, con y de ellos, en casa, sin que suponga problema alguno ni un drama existencial. Pero eso depende de lo más o menos amueblada que se tenga la cabezita. Algunos se ahogan en un vaso de agua y la mínima contrariedad, la consideran una auténtica catástrofe.
Pero no, hay gente que parece empecinada en demostrarse, a sí mismo, a su familia, y, claro está, al resto de seres vivientes, que, aunque su capacidad económica no lo permita, es el flamante propietario de un precioso vehículo, que sus hijos tienen tanto o más que los de sus vecinos y conocidos, no vaya a ser que además los pobrecitos se cojan una depresión y enfermen de pura envidia, que de eso ya saben y padecen mucho sus padres, y que, por supuesto, que pueden permitirse las más estupendas e insuperables vacaciones.
El problema no es que lo hagan y se gasten un dinero que no pueden permitirse. Ellos, y sólo ellos, serán los únicos responsables de su insegura situación posterior. El problema es que suele tratarse de gente que va de víctima por la vida, vendiendo una imagen de falsa modestia, que para nada se corresponde con su, por desgracia, triste realidad. Viven amargados y obsesionados por llegar a tener lo que otros sí se pueden permitir. O no. pero ee éso no piensan. Elos quieren ternelo, igual, mejor, o más grande, según de lo que se trate.
Es muy fácil. Si tienes pasta te puedes ir. Pero si no tienes, o tu trabajo no da para más, pues no te queda otra que permanecer en casita. Personalmente, y dados mis gustos personales en cuanto a la forma de emplear mi tiempo de ocio, no tengo problema alguno en hacerlo. No se me cae la casa encima, os lo aseguro. ¡¡¡ Ójala dispusiera de más tiempo para pasarlo aquí !!!. No me iba a aburrir, os lo aseguro.
Bueno, a pesar de que he hecho un parón en lo referente a los posts que tenéis más abajo, en los que describo mis aventuras como Rodríguez, debo volver a la tarea. Ya pronto vuelve la familia, y me veré obligado a pasar una exhaustiva revisión y valoración de mi labor al frente del hogar. Y sería altamente recomendable y trascendental, que logre aprobar y superar la difícil prueba.
Sólo espero que sea cierta la fecha en que, según me han comunicado, volverán a casa. Todo lo tengo planificado para pasar esa inspección sin recibir amonestación alguna. Pero si, como ya ha pasado alguna vez, la adelantaran sin avisarme, el desastre sería inimiganible y terribles las consecuencias. ¡¡¡ Dios no lo quiera !!!.
Establecimientos de hostelería llenos a diario. Hoteles llenos en nuestras costas. Eso de que la gente no tiene dinero, parece que no se corresponde con la realidad. O efectivamente es así, o es que algunos españolitos no tienen cabeza.
Yo más bien me inclino a pensar que es por lo segundo.
Está claro que muchas personas, aunque vean su futuro laboral peligrar, o mermados considerablemente sus ingresos mensuales, no se van a cortar tampoco este año, a la hora de irse de vacaciones. Luego algunos se pasan el año quejándose de su infeliz situación, de lo mal que les tratan sus jefes, de lo bien que viven los demás, y de lo injusta que es con ellos la vida. Pero ahora, de momento, sus quince o veinte días de vacaciones fuera de casita, no se los quita nadie.
Si tienen que pagar esas vacaciones a plazos, pues las pagan, aunque el último lo tengan que abonar allá por diciembre.
Sin embargo, por fortuna, también conozco a otros, gente trabajadora, con mayor o menos suerte en la vida, aunque siempre que se cuente con salud, opino que hay que pensar que sí se tiene suerte, que, a pesar de pasarse el año trabajando doce horas diarias, no les queda más remedio que quedarse en su casita, y así ayudar a que el resto del año no se vean tan apurados como los otros inconscientes. Acepta su situación y son consecuentes con ella. Gente responsable.
De todas formas, las vacaciones habría que entenderlas como lo que son. Un período de descanso, para estar con tus seres queridos, sin importar dónde. Puede ser en las Islas Canarias, si es posible, pero también puedes disfrutar, perfectamente, con y de ellos, en casa, sin que suponga problema alguno ni un drama existencial. Pero eso depende de lo más o menos amueblada que se tenga la cabezita. Algunos se ahogan en un vaso de agua y la mínima contrariedad, la consideran una auténtica catástrofe.
Pero no, hay gente que parece empecinada en demostrarse, a sí mismo, a su familia, y, claro está, al resto de seres vivientes, que, aunque su capacidad económica no lo permita, es el flamante propietario de un precioso vehículo, que sus hijos tienen tanto o más que los de sus vecinos y conocidos, no vaya a ser que además los pobrecitos se cojan una depresión y enfermen de pura envidia, que de eso ya saben y padecen mucho sus padres, y que, por supuesto, que pueden permitirse las más estupendas e insuperables vacaciones.
El problema no es que lo hagan y se gasten un dinero que no pueden permitirse. Ellos, y sólo ellos, serán los únicos responsables de su insegura situación posterior. El problema es que suele tratarse de gente que va de víctima por la vida, vendiendo una imagen de falsa modestia, que para nada se corresponde con su, por desgracia, triste realidad. Viven amargados y obsesionados por llegar a tener lo que otros sí se pueden permitir. O no. pero ee éso no piensan. Elos quieren ternelo, igual, mejor, o más grande, según de lo que se trate.
Es muy fácil. Si tienes pasta te puedes ir. Pero si no tienes, o tu trabajo no da para más, pues no te queda otra que permanecer en casita. Personalmente, y dados mis gustos personales en cuanto a la forma de emplear mi tiempo de ocio, no tengo problema alguno en hacerlo. No se me cae la casa encima, os lo aseguro. ¡¡¡ Ójala dispusiera de más tiempo para pasarlo aquí !!!. No me iba a aburrir, os lo aseguro.
Bueno, a pesar de que he hecho un parón en lo referente a los posts que tenéis más abajo, en los que describo mis aventuras como Rodríguez, debo volver a la tarea. Ya pronto vuelve la familia, y me veré obligado a pasar una exhaustiva revisión y valoración de mi labor al frente del hogar. Y sería altamente recomendable y trascendental, que logre aprobar y superar la difícil prueba.
Sólo espero que sea cierta la fecha en que, según me han comunicado, volverán a casa. Todo lo tengo planificado para pasar esa inspección sin recibir amonestación alguna. Pero si, como ya ha pasado alguna vez, la adelantaran sin avisarme, el desastre sería inimiganible y terribles las consecuencias. ¡¡¡ Dios no lo quiera !!!.
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